Gaspard Ulliel, Hombre GQ de la Semana 

Hace cinco años conquistó el mundo con Chanel. Ahora vuelve a la carga. ¡Rendíos!

Hace cinco años Gaspard Ulliel (Francia, 1984) se puso a las órdenes de Martin Scorsese dando como resultado la campaña de Bleu de Chanel que le popularizó a escala mundial. Es verdad que ya llevaba títulos de éxito a sus espaldas (basta con citar 'Largo domingo de noviazgo', 'Hanibal, el origen del mal' o 'Paris, je t'aime') pero tampoco vamos a cerrar los ojos a la realidad: colarte en las casas de medio mundo a través de la televisión ayuda mucho a la promoción de un actor, y eso Ulliel lo sabe. "Tiene su trampa, porque a veces te conocen más como modelo que como actor, pero evidentemenete ayuda mucho", afirma.

Así pues, un lustro después de ligar su nombre a la

de la camelia, Ulliel nos espera en una espectacular suite del recién inaugurado hotel The Peninsula, al lado del mismísimo Arco del Triunfo, para presentarnos su último trabajo: el nuevo corto de Chanel. Un gran peso sobre sus hombros teniendo en cuenta que es el único embajador de las fragancias masculinas de la firma: "No me había dado cuenta pero según lo planteas realmente es toda una responsabilidad".

Para el nuevo proyecto de la firma, continuación de aquella primera semilla, Chanel ha fichado al realizador James Gray, que aporta un cambio de perspectiva de cara a una nueva fragancia: Bleu de Chanel Eau de Parfum. "Trabajar con Gray fue diferente que hacerlo con Scorsese. Martin tenía su equipo y sólo venía a rodar los planos definitivos; Gray en cambio estuvo más presente en el set", recuerda el actor.

Hoy por hoy, Ulliel es una de las estrellas más brillantes del panorama francés actual, erigiéndose como estandarte de esa nueva generación de actores dispuesta a recoger el testigo de Roman Duris o Vincent Pérez. Una supernova de nuevo cuño que, sin embargo, tiene sus más y sus menos con las redes sociales: "Nunca me he sentido cómodo con ellas. Abrí mi perfil de Twitter porque me parecía intersante contar cosas en 140 caracteres, pero al final supone mucho trabajo porque tienes que estar presente. Facebook e Instagram, ni me los planteo. Ya estoy bastante expuesto por mi trabajo y no necesito más. Es verdad que podría abrirlo con un nombre falso, pero considero que ya estoy lo suficientemente enganchado a mi iPhone". Por suerte deja su teléfono a un lado para contestar nuestro cuestionario.


Botas: tienes que encontrar cosas que vayan con tu estilo de vida y yo siempre conduzco una moto en París, así que siempre llevo botas.

Hidratante de Clarins y un desfatigante. Puede que sea psicológico pero me funcionan. También uso acondicionador porque en mi última película me decoloraron el pelo y me ha cambiado.


Tengo imágenes de Johnny Depp, pero creo que ya no sigue con ese estilo. Me gustaba mucho con las gafas oscuras.


La mitad de mi familia viene de los Alpes franceses, yo nací casi con unos esquíes. Así que para mí serían esquiando.

‘L’Amour et les Forêts’, de Eric Reindhardt. Es un libro muy bien escrito y fácil de leer.




‘The Knick’, una serie de 10 episodios de Steven Soderbergh con Clive Owen. Es buenísima. Trata sobre el nacimiento de la cirugía en un hospital a principios del siglo XX en Nueva York.

Septime, en París. Me gusta y me disgusta: me gusta porque es un nuevo bistrot con buena calidad y buenos productos, pero tiene un rollo natural biológico que no es algo que me vuelva loco.

Es muy elaborada, tendría que enseñarte (risas). Llevar un buen perfume siempre ayuda...

El día que me di cuenta que había aprobado el bachillerato. Era un estudiante muy serio pero en mi último año no hice nada porque estaba con una chica. Estaba seguro que iba a suspender mi último examen. En Francia tienes que ir a un sitio especial para ver si has aprobado o no. Lo que sentí al llegar allí y ver que mi nombre no estaba en la lista de los suspendidos y que había aprobado fue algo inolvidable.

No es algo que dependa de ti, tiene más que ver con que la gente juzgue sobre ti. Ellos lo ven y se dan cuenta de que lo tienes. No sería capaz de describirlo.

Al Pacino. Recientemente estuve con él en Estados Unidos. Pese a su estatura (mide 1,70) resulta una de las personas más magnéticas que me he encontrado. Entra en un salón e inmediatamente notas su presencia.

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